Pistola Ruby |
Esa multitudinaria participación,en muchos casos de pequeños artesanos carentes de una infraestructura comercial digna de tal nombre,hace que el número de ejemplares sea imposible de cuantificar,si bien parece que superó con amplitud el millón de piezas.En cuanto a su significado como símbolo,resulta ilustrativo el hecho de que este modelo de arma sea conocido en el mundo anglo-sajón como "pistola tipo Eibar" o "Eibarresa"
El 1914,la firma Gabilondo y Cia.,de Elgoibar,registraba el nombre de "Ruby" para una pistola de calibre 7,65 mm que,indudablemente se inspiraba en la Browning Mod.1903 de 9 mm. de la que,en principio,parecía una versión reducida.También puede detectarse en ella la influencia de la Browning Mod.1906 de 6,35 mm.,que por aquel entonces,junto con la anterior,eran unas armas muy difundidas.Puede afirmarse que la Ruby era una combinación de las dos,aunque incorporaba una serie de características propias que le conferían una indiscutible personalidad.
Ya con anterioridad al inicio de la Guerra Europea,algunas otras firma,Arizmendi y Gienaga,Isidro Gaztañaga,Retolaza Hnos,Tomás de Urizar y,sobre todo,Esperanza y Uncea,cuyas pistolas "Victoria" descollaban por su calidad,habían producido semiautomáticas en los calibres 6,35 y 7,65 mm. que reunían la mayor parte,sino todas,de las características de las que pasarían a la historia como pistolas tipo "Ruby" o "Eibar".
En realidad el arma fabricada por Gabilondo y Cia era la culminación de un proceso,la síntesis de una serie de ideas que se habían ido afinando a partir de los diseños basados en las dos pistolas belgas mencionadas,en base,principalmente,a una constante que preside su evolución:el afán por simplificar y,por lo tanto reducir costes en el proceso de fabricación.La pistola producida por Gabilondo y Cia.,al ser adoptada por el Ejército Francés,pasó a considerarse el arma tipo;mientras que las fabricadas por otras empresas,que incorporaban alguna característica diferencial,solo merecen el concepto de variantes a pesar de que en algunos casos,la habían precedido cronológicamente.
Browning Mod.1906 |
En linea con el deseo simplificador ya apuntado,desaparecen de la Ruby el seguro de empuñadura y la retenida de final de carga.El mecanismo se hace más sencillo al trasladar la barra del desconector a un costado,actuando sobre una de las guias de la corredera,en lugar de ir al centro del armazón como en la Browning.Las ranuras de montaje de la corredera ,pasan a ser curvas en vez de rectas,de modo que puedan ser hechas a torno y no requieran el uso de la fresadora,máquina más cara y,en consecuencia ,menos difundida en en los talleres eibarreses.
La Ruby era un arma de cañón fijo que funcionaba por retroceso de masas,sistema que no presentaba problema algun debido al cartucho que empleaba.El cañón se fijaba al armazón mediante unas guardas que encajaban en las correspondientes ranuras de que iba provisto éste;para desmontarlo bastaba con hacerlo girar un cuarto de vuelta hacia la derecha,con la corredera en posición retrasada.
En previsión de que este giro pudiera producirse accidentalmente durante el fuego,disponía el cañón de un abultamiento en su parte inferior,ajustando en la ventana que la corredera presentaba en su frente.Esta era de una sola pieza,careciendo del manguito que llevaba la Browning Mod.1903,solución inspirada en el Modelo 1906 de 6,35 mm de la firma belga.
Browning Mod. 1903 |
El muelle recuperador iba e torno a una varilla guía,cuyo extremo interior presentaba un ensanchamiento que retenía una arandela,mientras el posterior disponía de una tuerca,quedando el muelle sujeto entre ambas.Estas piezas constituían un único conjunto que no precisaba ser desmontado,evitando así eventuales pérdidas,al mismo tiempo que facilitaba el desarme de la pistola.
La Ruby disponía de cachas de madera cuadrillada que,más tarde,fueron sustituidas por ebonita o asta y,como arma destinada a uso militar,llevaba una anilla ara sujetarla al correaje mediante el fiador.El cargador presentaba ocho perforaciones por medio de las cuales se controlaba el numero de cartuchos que albergaba.
teniendo en cuenta el gran número de fabricantes que produjeron esta pistola,forzosamente habían de darse innumerables variantes de la misma.
Durante la Primera Guerra la imperiosa necesidad de armas que padecían los aliados hacia que éstos adquirieran casi cualquier cosa que estuviera disponible,lo que propició que algunos fabricantes pudieran vender productos de baja calidad,que en circunstancias normales hubieran sido rechazados.Además existía una cierta demanda por parte de oficiales que deseaban pistolas más pequeñas y ligeras que el modelo habitual.
Una vez terminada la guerra,y consiguiéntemente las contratas oficiales,las empresas trataron de subsistir colocando su producción en el mercado civil,personalizando sus pistolas con la introducción de modificaciones que las hicieran atractivas a los ojos de los posibles clientes.Así,nos encontramos con modificaciones en el tamaño,bien a base de reducirlo sacrificando su capacidad de carga,que pasaba de ocho a siete e,incluso seis cartuchos,bien aumentándolo hasta extremos desproporcionados,como una de las "Royal" de Zulaica,que admitía doce cartuchos,o la "Plus Ultra" de Gabilondo y Cia. con capacidad para veintidós.
También los cañones fueron acortados o alargados,llegando en algunos modelos a sobresalir de la corredera.
El rizo terminó de rizarse cuando algunas de las pistolas fueron provistas de dispositivos ametralladores,tan peligrosos que entrañaban casi el mismo riego para el usuario como para el adversario:una vez que comenzaban a disparar yo no se detenían hasta que se agotaba el cargador,y no podían montarse con el dispositivo puesto en ráfaga,por que se disparaba sin falta de accionar el gatillo.Si a ésto añadimos el escaso control que se podía ejercer sobre un arma tan pequeña,pese a la escasa potencia del cartucho,huelga cualquier comentario al respecto.
Las pistolas de más fino acabado volvieron a presentar las ranuras de montaje de la corredera rectas;algunas fueron provistas de seguro de empuñadura o trasladaron de nuevo la aleta del seguro a la parte posterior del armazón,más por afán de distinción que por ventaja mecánica.
Un dispositivo bastante frecuente fue el indicador de bala en recámara;su paternidad se adjudica a Francisco Arizmendi y se trataba de un simple balanzín sobre el lomo de la corredera,cuyo extremo delantero se levantaba al introducir un cartucho en la recámara,de modo que podía apreciarse a simple vista,al apuntar o comprobar por el tacto,si el arma estaba alimentada.
Algunas pistolas se ofertaban con seguro de cargador,mecanismo éste que no implicaba una gran sofisticación y que probablemente hubiera sido muy bien recibido por los franceses,ya que fueron numerosos los accidentes producidos durante la Guerra al dispararse un cartucho olvidado en la recámara por accionar confiadamente el gatillo.
Pese a estas mejoras en el mercado civil tuvo más éxito la versión de la Ruby en calibre 6,35,llegándose a fabricar y vende un sin número de marcas y modelos.Una difusión incomparablemente menor tuvo la variante en calibre 9 mm. Corto,en primer lugar por la irreflexiva afición que existe entre los particulares a portar un arma muy liviana y,en segundo,tal vez por el escaso interés por parte de los propios fabricantes de producir masivamente una pistola que,por disparar un cartucho de mayor potencia,requería una manufactura más cuidada.
(Continua en la próxima entrada)