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11 de febrero de 2012

La postura en el momento del disparo


De todos es sabido que de la postura que adoptemos en el momento del disparo dependerá en gran medida el éxito del mismo.Esto no supone que todos debamos adoptar una postura uniforme y predeterminada ya que cada tirador deberá en principio elegir aquella posción en la que este más cómodo y en la que su cuerpo encuentre el mejor equilibrio posible.
A menudo podemos constatar en las canchas de tiro como tiradores con una calidad más que contrastada adoptan posiciones totalmente diferentes,desde la posición frontal al blanco o la de perfil hasta la diagonal en sus diferentes ángulos.
Sea una u otra la posición que adoptemos,siempre deberemos tener en cuenta ciertas reglas que sin duda alguna mejorarán nuestra precisión en el momento de "sacar el tiro".
En primer lugar y desde mi punto de vista, no hay que forzar una determinada postura (perpendicular, paralela o en ángulo). La postura (apertura de piernas y ángulo del cuerpo respecto del blanco) que debemos adoptar debe ser la mas cómoda que nos permita apuntar con la cabeza recta y perpendicular, y con el centro de gravedad lo mas centrado posible.
Como regla inicial y suponiendo que empuñemos bien el arma,es decir, que conforme una línea recta desde la punta del cañón hasta el hombro, lo mejor sería comenzar colocando los pies en una apertura aproximada al ancho de los hombros,con el torso a unos 45º de la línea imaginaria que va desde el blanco hasta el tirador, definida por la posición del pie derecho,en caso de tiradores diestros,o el izquierdo en caso de los zurdos.



Una vez en esta posición inicial, y con los ojos cerrados elevamos el arma hasta más o menos la altura de los ojos,seguidamente los abrimos. Rápidamente, antes que corrijamos en forma instintiva la posición, tomamos nota si el guión apareció bien en el centro de la ranura del alza, lo cual nos indicaría un buen empuñe. No importa que aparezca bajo o alto, esa es otra corrección.
Si aparece hacia alguno de los dos lados de la muesca, hay que corregir la empuñadura o la forma de agarrar el arma.
Una vez que repetimos el ejercicio varias veces y comprobamos que el guión queda centrado, tomamos lo que se denomina "puntería fina" sobre la diana. Volvemos a cerrar los ojos y tratamos de mantener el arma en la posición en que la teníamos bien apuntada. Después de unos 5 u 8 segundos abrimos los ojos y nuevamente chequeamos rapidamenta a dónde apunta. Si apunta a la derecha, moveremos el pie izquierdo en sentido contrario (hacia la izquierda) y probamos nuevamente hasta que después de cerrar y abrir los ojos veamos que se mantiene el arma donde la dejamos, esto es, orientada casi sobre el centro.
Si seguimos y aplicamos corréctamente estas técnicas podremos encontrar el punto o la postura donde al cuerpo le resulta más cómodo mantener el arma en posición de tiro.Apuntando en esta posición evitaremos luchar permanentemente con el equilibrio oseo corporal, lucha que inexorablemente tenemos perdida de antemano.
Por supuesto seguiremos viendo tiradores colocados prácticamente de frente al blanco y otros directamente de perfil (la vieja postura "de duelo") pero un 80% de los tiradores, y el 90 % de los considerados "de élite" usan posturas intermedias como las descritas anteriormente.
En un principio y solo como referencia, podremos delinear con tiza el borde del calzado en esta posición (recuerde que esta práctica no esta permitida en competición), pero con el tiempo y a medida que transcurre la prueba o el entrenamiento,ira haciendo presencia el cansancio con lo que el cuerpo pedira progresivamente otra posición ,por lo que lo mejor es chequear la postura periódicamente.Con el tiempo y tras un corto periodo de entrenamiento, terminaremos haciéndolo de forma automática y refleja.
Por último tengan en cuenta que la postura de la cabeza es extremadamente importante, pues en ella reside nuestro sistema de estabilidad. Este funciona de manera autónoma basándose en el mantenimiento perpendicular de la cabeza, por lo que si forzamos su postura (doblándola al apuntar), desestabilizaremos el sistema y empezaremos con ese balanceo tan molesto que a todos más de una vez nos ha ocurrido.
Para evitar este defecto debemos levantar el brazo hasta la altura natural en la que podamos ver los elementos de puntería, sin tener que ladear la cabeza.
Tenga en cuenta que el truco no es hacer un buen tiro (todos tenemos derecho a hacer alguno) sino en repetir los buenos tiros metódicamente,sin que nada tengan que ver con la suerte.
Más información en: http://historiadelasarmasdefuego.blogspot.com/2008/12/consejos-la-hora-de-efectuar-el-disparo.html









15 de marzo de 2009

Revólver Lefaucheux Mod.1858 y 1863



Modelo 1858


Modelo 1863

 Cañón octogonal


En 1860 se inicia la modernización de los sistemas de armas incorporando los revólveres Lefaucheux para cartucho de espiga. El modelo 1858 es un arma de simple acción, robusta y de fácil manejo.
Poseía un cañón estriado, de forma externa cilíndrica, salvo su parte posterior que era de forma de ochava. El tambor poseía unos salientes que servían de freno en su giro por el cual se efectuaba la correcta alineación alveolo-anima de cañón.
Por su forma, la empuñadura era denominada "pata de cabra" y en su arco guardamonte poseía una "cola" para apoyar, al empuñarlo, el dedo medio. Como aparatos de puntería encontramos un guión encastrado al cañón en una cola de milano, el alza es una muesca en la cabeza del martillo.Las vainas servidas se retiran por medio de una baqueta paralela al eje del cañón.Fue la primera arma de repetición con cartucho metálico declarada reglamentaria en el Ejército Español; por R. O. de 30 de abril de 1858. Gran parte de los que existieron en España fueron fabricados en Trubia o en  Oviedo (Asturias) o bien en la fábrica de armas de Placencia (Guipuzqua)
El modelo 1863 no presenta diferencia en su mecanismo. El diseño exterior del arma es mas estilizado, se cambia la empuñadura con lo cual se gana precisión al empuñarlo y se suprime el gancho del arco guardamonte.

  Puede ser de simple o doble  acción, con martillo percutor dotado de muesca para apuntar. Posee dos cachas de nogal unidas por un pasador con ovalillos, cantonera metálica con aro para el fiador y varilla extractora. En cuanto a los fabricados en España ,en la armadura, cerca del inicio del arco del guardamonte, está grabada la siguiente inscripción: "OVIEDO 1864" o punzón con la "P" coronada correspondiente a Placencia. Lleva tambor perforado con seis recamaras, con sus correspondientes muescas para albergar las agujas percutoras de cada cartucho y trampilla lateral que se abre para permitir la introducción de las balas. El cañón es cilíndrico, menos en su comienzo que fue octogonal, con el ánima rayada. El cañón está dotado de punto de mira. Todos los componentes metálicos se hayan pavonados en negro.Se fabricaron modelos con diferente número de recámaras,desde el más comun,de seis,hatas de ocho,diez y doce.



Modelo con 10 recámaras (le falta la varilla extractora)


Revólver Lefaucheux de diseño posterior con dos cañones y capacidad para 20 cartuchos


Detalle del cilindro del modelo anterior




"Marca" del Banco de Pruebas de Lieja


Características


Modelo 1858

Longitud 295 mm
Peso 985 grs
Largo de cañón 158 mm
Nº de estrías 4
Cap. de carga 6 cartuchos
Calibre 11 mm


Modelo 1863

Longitud 285 mm
Peso 800 grs
Largo de cañón 155 mm
Nº de estrías 4
Cap. de carga 6 cartuchos
Calibre 11 mm / 12 mm


Cartucho de "espiga"




Foto. jmfirearmscolletion


14 de marzo de 2009

Pistola Beretta mod. M15 y M19



La Beretta mod. M15 fue diseñada para aliviar la escasez de pistolas en la Fuerzas Italianas durante la Primera Guerra Mundial,se fabricaron en calibre 9x19 Glisenti y 7,65x17.
Esta arma fue presuntamente fabricada entre los años 1915 y 1919.Posteriormente,entre los años 1922 y 1931 se fabricó una versión mejorada denominada M19 ó M15/19,tanto para uso miliar como policial y civil.
Ambas pistolas lleban el martillo oculto.La M15 dispone de "cachas" de madera ,mientras que en la M19 son de metal estampado.
En el año 1931 la M15/19 será sustituida por la Beretta mod.1931
Las
Fuerzas Armadas de Finlandia compraron 1.500 pistolas de este tipo en la primavera de 1940. Las pistolas se suministraron a las tropas a lo largo de la Segunda Guerra. La gran mayoría correspondían al modelo M15.Una vez finalizada la guerra ,gran número de estas pistolas se entregaron a la policía finlandesa.
En el año 1951 aun quedaban en depósito 848 Beretta M/15 y 27, M/19 . Estas pistolas han permanecido almacenadas hasta que se vendieron ,alrededor de 100 al personal militar entre 1965 - 1971 y el resto se vendieron en el extranjero en 1986.

Características

Calibre:
7,65 mm x 17 Browning (.32 ACP) /9x19 Glisenti
Longitud: 149 mm (M/15) / 152 mm (M/19)
Cañón: 85 mm
Peso: 570 g (M/15) / 600 g (M/19)
Alimentación: Cargador 7 cartuchos
Nacionalidad: Italiana
Prototipo: 1915

11 de marzo de 2009

Pistola Bersa Thunder calibre .45 ACP




Las series de pistolas Thunder son unas armas compactas y cómodas, combinadas con una ergonomía completamente ambidextra muy buena. Las pistolas Bersa son relativamente baratas y ofrecen una fiabilidad aceptable, haciendolas unas buenas armas de fuego para defensa personal. Las únicas diferencias entre las Thunder y las Thunder-Mini (que también son vendidas como Thunder Ultra-Compact)son el tamaño y la capacidad del cargador.
Las pistolas Ultra-Compact de calibre .45 son de un tamaño intermedio entre las estandard y las mini, y a diferencia de sus hermanas de menor calibre, su cargador es de una hilera. Las pistolas Bersa Thunder-45 son pistolas operadas por retroceso corto con sistema locked breech, del tipo Browning.
El cañón se bloquea a la corredera por un único pasador, que se engancha en la ventana de expulsión de la corredera. El desbloqueo lo causa una extensión en forma de bastón bajo el cañón.
El disparador es del tipo de doble acción, con martillo externo y seguro ambidextro montado en el bastidor, que desamartilla el martillo cuando se activa, y bloquea la corredera. El botón de acción también incluye un seguro del percutor, que bloquea el percutor hasta que el gatillo es apretado. La leva para soltar la corredera también es ambidextra, y el botón para soltar el cargador puede ser facilmente usado desde cualquier lado de la empuñadura. Los cargadores de las pistolas de calibre .45 son de una sola hilera.
Las miras son fijas, con mira delantera integrada en la corredera y la trasera en cola de milano en el bastidor. Las ultimas pistolas de producción también incluyen un bloqueo de llave integrado, localizado sobre el gatillo, en el lado izquierdo del bastidor, así como un rail para accesorios como laseres o linternas bajo el cañón.

Modelos fabricados por Bersa hasta 2002

Datos Técnicos de la Bersa .45 ACP


Funcionamiento: Semiautomático

Sistema de Cierre: Browning modificado
Sistema de Disparo :Doble Acción convencional
Calibre .45 ACP
Tipo:Semiautomática
Largo total :173 mm
Ancho Máximo :37 mm
Alto :129 mm
Peso en vacío :0.870 Kg
Largo total del caño :91.5 mm
Número de estrías :6, con paso de una vuelta en 407 mm
Alza :Fija con resalte blanco
Guión: Fijo con punto blanco
Distancia entre miras :141 mm
Sistema de seguros Manual, accionado por aleta ambidiestra y
automático de percutor
Cargador: Doble hilera capacidad: 7 cartuchos
 

25 de febrero de 2009

Pistola Astra serie 900



 Tal vez, una de las armas mas copiadas ha sido la pistola Máuser C96, patentada por el armero alemán Peter Paul Máuser el 11 de diciembre de 1885. En España varios armeros copiaron esta arma, e incluso mejoraron su diseño, haciéndola mas elegante que la original gracias al buen hacer de los excelentes armeros españoles de Eibar.Varios armeros eibarrenses fabricaron este tipo de arma, siendo tal vez la más conocida los distintos modelos 900 fabricados por la casa Astra y Unceta, ya que el modelo 903 fue reglamentario en la Guardia de Asalto de la Dirección General de Seguridad, aunque también son mundialmente famosas las series AZUL y SUPER AZUL del artesano Eulogio Arostegui.
La Astra 900 era una pistola exclusivamente semiautomática, que disparaba el cartucho 7'63 mm Mauser, con cargador fijo de diez cartuchos. Disponía de un alza graduada hasta mil metros, que en los modelos con culatín ofrecían una precisión bastante buena a distancias bastante inferiores a esa dado el cartucho que disparaba.
La pletina izquierda que da acceso a su mecanismo fue un detalle del que carecían sus competidoras en Asia. Ello desembocó en una favorable acogida que potenció sus ventas e impulsó la creación de una compañía exportadora para China, la "Astra China Co.".
El modelo 901 era exactamente igual a la 900, pero incluía un selector de tiro que la convertía en automática. En el modelo 902 se incremento la capacidad del cargador fijo a veinte cartuchos. El cargador separable de diez y veinte cartuchos apareció con el modelo 903. Posteriormente se amplio la oferta de calibre a algunos como 9 x 19 mm Parabellum, el 9 mm Bergmann y el .38 Super Auto.
El tope del desarrollo se manifiesta en el Mod. 904, provisto de retardador de cadencia, un interesante dispositivo de carraca ubicado en el interior de la empuñadura basculando sobre un pasador excéntrico. El modelo F fue un modelo 904 al que se le añadió un retardador de cadencia para reducir ésta a 350 disparos por minuto, que se creó para el Cuerpo de la Guardia Civil.La producción cesó porcompleto en 1935.



Diferentes vesiones según fabricante. 

MÁUSER FABRICADAS POR LA CASA ASTRA Y UNCETA
ASTRA-MAUSER 900

De calibre 7,63 Máuser, tiene un cargador fijo con capacidad para 10 cartuchos, disparo tiro a tiro, con un cañón de 180 mm de longitud. Como curiosidad se puede decir que con la marca Astra China Company se exportaron 30.000 unidades a china, y llevan signos en chino en uno de sus laterales.

ASTRA-MAUSER 901
Primera pistola de la serie con capacidad para disparar a ráfagas. Del mismo calibre que la anterior, con un cargador fijo con capacidad para 10 cartuchos.

ASTRA-MAUSER 902
Igual que la anterior, diferenciándose únicamente en que el cargador fijo tiene una capacidad de 20 cartuchos.

ASTRA-MAUSER 903
Este arma fue reglamentaria por la Guardia de Asalto republicana, con capacidad para tiro automático y semiautomático, diferenciándose en que se sustituyo el cargador fijo de las anteriores pistolas por cargadores intercambiables con 10 y 20 cartuchos de capacidad. Para seleccionar el tipo de disparo se incorporó una palanca con dos posiciones, marcada con "1" para funcionar tiro a tiro y "20" para el disparo a ráfagas.

ASTRA-MAUSER MODELO F ó 904

La Guardia Civil solicitó la fabricación de una pistola de este tipo a la que se incorporaron modificaciones, siendo las mas importantes un mecanismo de retardo para el disparo a ráfagas y su calibre, que era 9 mm Largo.

MÁUSER FABRICADAS POR EULOGIO AROSTEGUI
 
AZUL
Era una copia del modelo original de la pistola Máuser C/96. Según diversos autores (R.K. Wilson y Ian Hogg) este arma era de mejor calidad y mas robusta que las fabricadas por la casa Astra, siendo de todas las imitaciones de la pistola original, la que mas se parecía a ella, tanto en calidad de construcción como en funcionamiento.

SUPER-AZUL
Modificación de la pistola AZUL para poder realizar disparos a ráfagas. Exteriormente es casi idéntica a la anterior, con la excepción de la palanca de selección de disparo, situada en el lateral derecho del arma. Esta palanca selectora de tiro está marcada con las letras "N", para el tiro normal y "R" para el tiro a ráfagas.

MÁUSER FABRICADA POR BEISTEGUI HERMANOS
 
ROYAL
Fue la primera copia de pistola fabricada en España, concretamente en 1927, y prácticamente todos los autores están de acuerdo en decir, que es la de peor calidad. Se construyo con tres longitudes distintas de cañón, de 140 mm, de 160 mm y de 180 mm y con capacidad para 10 o 20 cartuchos en un cargador fijo.


Caracteristicas

Origen:España
Designación:Astra mod.900,901,902,903 y mod.F

Fabricante:Unceta y Cía;Guernica
Tipo.Semiautomática/Automática
Calibre:7,63x25 mm/Mauser(900) y 9x23 mm. Largo mod. F

Peso:1,250 Kg.
Cañón:140 mm.
Capacidad:10 cartuchos cargador fijo y 10 y 20 separable.
Miras:Regulables


Funcionamiento del retardador de cadencia







17 de enero de 2009

Subfusil TZ 45



El TZ-45 fue desarrollado durante los últimos años de la guerra y su producción fue muy limitada.Fue uno de los pocos ,por no decir el único, que no fue fabricado por la casa Beretta. Se trataba de un subfusil más ligero que los citados de Beretta, y, al contrario que éstos, la culata era metálica, muy ligera y retráctil.
El bastidor que es tubular,contiene el cerrojo de forma  cilíndrica, los dos muelles de recuperación y las guías de la varilla telescópica.La ventana de de eyección se encuentra en la parte superior de la carcasa, la palanca de carga se coloca en el lado derecho.Un refrigerador perforado rodea completamente el cañón, que termina con un  compensador de retroceso. La culata  es telescópica,e incluye una placa de tope conectada a dos ramas en tubo de acero.El selector manual de seguridad están colocado en la parte izquierda del armazón pudiendo adoptar tres posiciones:
Trasera,seguridad;abajo,fuego semiautomático y arriba fuego automático. Arma que llegó tarde, ya que con los excedentes que había, en prácticamente todos los países, al cesar las hostilidades, no fue posible comercializarla. No entró en producción hasta 1945, y sólo se fabricaron 6.500 unidades antes del final de la guerra. Era un buen arma, inspirada en elementos de subfusiles de otras nacionalidades, como la STEN británica o la PPD soviética, pero casi no fue utilizada en acciones de guerra.
Los proyectos y derechos de fabricación fueron posteriormente vendidos al Ejército Birmano en donde fue fabricado como el BA-52 y coloquialmente conocido como el " Ne Win STEN ". Las copias birmanas,aunque poco fiables,se mantuvieron en servicio hasta mediados de los años 1980 en su infantería e incluso en la década de 1990 en las tropas de apoyo.
 
Legionario de la "Brigate Nere" empuñando un TZ45
Características

Nombre:TZ-45
Tipo:Subfusil
Lugar de origen:Ialia
Diseñador:Tonon y Zorzoli Giandoso
Diseñado:1944
Fabricante:Fabrica Fratelli Giandoso
Producido:1944-1945
Número pieza construidas:6.000 (Aprox.)
Peso:7 libras (3,2 kg)
Longitud:33.27" (845 mm) (culata extendida)
21.5" con (550 mm) (culata plegada)
Longitud cañón:9" (230 mm)]
Rayado:6 estrias/dextrorsum
Cartucho:9x19 mm Parabellum,9mm Fiocchi
Calibre:9 mm
Índice del fuego:800 disparos por minuto
Velocidad inicial:380 m/s (1200 pies/s)
Campo de tiro eficaz:150 m (490 pies)
Sistema de alimentación:40 cartuchos cargador extraíble

6 de diciembre de 2008

Consejos a la hora de efectuar el disparo


Postura:

.- Explicaremos aquí la postura general aplicable más o menos a todos los tiradores. A partir de esta postura general, cada tirador debe hacer pequeñas modificaciones para adaptarla a la estructura física de su cuerpo. No será igual la postura para un tirador diestro cuyo ojo maestro sea el derecho que la postura para otro cuyo ojo maestro sea el izquierdo. Del mismo modo, la postura para un tirador alto y delgado será algo distinta de la de un tirador bajo y musculoso, cuyo centro de gravedad estará mucho más bajo.

En general, existen tres tipos básicos de postura: La postura de frente al blanco, la diagonal con respecto al blanco y la de perfil al blanco. Hasta hace algunos años, se tenía por correcta la postura diagonal con respecto al blanco, a pesar de que los estudios sobre la estructura ósea y muscular del cuerpo, e incluso estudios de fuerzas físicas demostraban que la postura más correcta debería ser una postura más cercana a la de perfil que a la diagonal.

El motivo que se utilizaba para elegir una postura diagonal era meramente intuitivo. Se tachaba de mala la postura de frente al blanco, ya que carga excesivamente el peso sobre el hombro, y de igual modo se tachaba de mala una postura totalmente de perfil ya que obliga al cuello a una ligera tensión y esto puede dificultar en cierta medida la llegada de oxígeno al cerebro al presionar la carótida que pasa por el cuello para llevar sangre rica en oxígeno al cerebro. Una reducción de oxígeno, aunque sea pequeña, dificulta el disparo.

Esto sin embargo, puede ser cierto en una postura totalmente de perfil, en cambio, en el momento que añadimos un ligero ángulo, se evita este problema y la base de sustentación que da muy mejorada. Es decir, los estudios anatómicos demuestran que la postura ideal estaría basada en la de perfil, añadiendo un pequeño ángulo para evitar la tensión sobre el cuello.

En general, lo primero que debe cumplir una postura es que sea cómoda y capaz de ser mantenida durante un período muy prolongado de tiempo. Pensemos por ejemplo en una tirada de Pistola Libre, donde deberemos mantener la misma postura durante mucho tiempo sin sentir cansancio al final de la prueba.

La mano izquierda, (o la derecha en el caso de los tiradores zurdos), debe tener un buen apoyo. En ningún caso debe estar colgando, sino que estará fija en algún sitio como el pantalón, el bolsillo del pantalón o algún bolsillo lateral en el caso de que estemos utilizando una chaqueta o chaleco.

En cuanto a los pies, dentro de ciertos límites se considera como buena una abertura más o menos igual a la anchura de los hombros, lo que garantizará un buen equilibrio. La única excepción para esto deberían ser las pruebas de velocidad en las que los pies deben estar un poco más separados de lo normal para favorecer el giro de la cintura.

El peso del cuerpo debe estar bien repartido entre ambas piernas, y el tronco ligeramente hacia atrás para compensar el peso del arma y aliviar al mismo tiempo la tensión sobre los deltoides.


EMPUÑADURA:

.- Si bien es un elemento de gran importancia dentro del tiro de competición, tampoco debería ser llevado a los extremos que se pueden encontrar en algunos tiradores para los cuales cada error que se comete es debido a la empuñadura.

Debe ser ante todo cómoda, sin aristas pronunciadas y capaz de ser empuñada siempre de la misma forma. Un buen apoyo para el dedo pulgar también es de una importancia primordial. Este dedo no debe ejercer ningún tipo de presión, por lo que un buen apoyo para el mismo nos evitará muchos de los impactos altos y a la derecha que a veces nos encontramos sin motivo aparente en nuestras dianas.

La empuñadura debe estar preparada de tal manera que cuando levantemos el brazo, una vez puestos en la posición de tiro, las miras salgan alineadas o prácticamente alineadas. Los dedos no deben enroscar completamente la culata, ya que esto nos puede dar algunos errores por presiones a la hora de disparar.

En cuanto a la presión que debemos ejercer sobre ella, depende de cada modalidad, por lo que en cada capítulo dedicado especialmente a cada una de las modalidades hablaremos de ello por separado. Como regla general se acepta que la presión de agarre sobre la empuñadura es directamente proporcional a la presión a la que tengamos el disparador, de esta manera la pistola libre requeriría mucha menos presión sobre la culata que el grueso calibre, aunque como explicamos en el apartado de pistola libre existen diversas teorías sobre esto.


RESPIRACIÓN:

.- El disparo debe efectuarse en apnea. El proceso respiratorio para realizar un disparo sería por tanto el siguiente: Estamos con el arma apoyada descansando a medida que respiramos normalmente teniendo cuidado de realizar una respiración abdominal, es decir; por una extensión del abdomen y no sólo de los pulmones y de inspirar el aire por la nariz y expulsarlo por la boca. Esta respiración nos sirve para para relajarnos ya que no debemos olvidar que la respiración abdominal es la base de todos los sistemas de relajación y preparación mental, y al mismo tiempo debemos ir concentrándonos en lo que haremos a continuación, e incluso visualizando mentalmente los pasos del disparo.

Bien, una vez que hemos realizado suficientes respiraciones abdominales y que nos sentimos suficientemente preparados para efectuar el disparo, llega la hora de subir el brazo, movimiento que debe estar acompañado de una inspiración de aire quizá algo más amplia que las anteriores, con los elementos de puntería ya centrados sobrepasamos la zona del negro hacia arriba para dejar caer el brazo a medida que vamos expulsando el aire que habíamos retenido. Este movimiento es importante, ya que el hecho de bajar el brazo acompañado de una expulsión de aire parece tener una acción relajante sobre los músculos del brazo disminuyendo las oscilaciones de los mismos.

Algunos tiradores consideran beneficioso el realizar una segunda inspiración, esta vez mas pequeña, volviendo a sobrepasar la zona un poco para luego dejar caer el brazo a medida que expulsamos el aire y colocamos el arma en la zona de disparo debajo del negro. Una vez allí, y en apnea debemos efectuar el disparo ejerciendo poco a poco presión sobre el disparador sin brusquedades.

Modernamente se considera que es mejor realizar esa apnea a media capacidad pulmonar, y no expulsando todo el aire. De esta manera, una vez que levantamos el arma con una inspiración, debemos dejar que la elasticidad natural de los pulmones expulse el aire y no intentar forzarlos para expulsar el máximo volumen de aire posible.

Si una vez que hemos iniciado la apnea el disparo no sale de seis a ocho segundos, debemos bajar el brazo e iniciar todo el proceso de nuevo. No nos debemos dejar confundir aquí si vemos que el brazo está lo suficientemente parado o si vemos que tenemos el suficiente poder de concentración para seguir intentándolo por encima de ese tiempo. El problema no está en los músculos del brazo o en el poder de concentración, sino que principalmente está en la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, y después de ese tiempo no parece en condiciones de intentar un disparo con garantías.


ELEMENTOS DE PUNTERÍA:

La configuración de los elementos de puntería es una cuestión de gran importancia en el tiro deportivo. En general se puede aceptar como bueno un punto que tenga más o menos la anchura aparente del negro, dependiendo de la parada del tirador. Un punto ancho nos dará más seguridad y nos ayudará a mantener la vista fija en las miras, aunque nos dará menos precisión. Cuando hay mucha luz es conveniente utilizar menos hueco entre el punto y las alzas, mientras que en el caso opuesto, es decir; si hay luz pobre, suele ser conveniente dejar algo más de luz entre el punto y las alzas para que no se nos canse la vista demasiado.

En general, la elección del punto de mira es una cuestión que muchas veces depende más del gusto personal de cada tirador que de otra cosa. Se trata de elegir un punto lo suficientemente ancho como para que nos de seguridad, pero que al mismo tiempo no nos quite precisión, antes que un punto estrecho que nos dará mucha precisión, pero que nos dará inseguridad a la hora del disparo a no ser que contemos con una parada excelente, y que nos cansará la vista pronto. En el caso de un tirador que este empezando, o que no disponga de una parada demasiado buena, creemos que es más conveniente un punto ancho, ya que la seguridad que nos dará, será en muchos casos superior a la precisión que perderemos con él.

En cuanto a la forma de las alzas, es también una cuestión de preferencia personal, aunque la mayor parte de los tiradores utilizan la tradicional forma rectangular, también se utiliza con éxito las miras en forma de "U". En nuestra opinión, creemos que este tipo de miras es más recomendable en algunos casos, ya que indica mejor si las miras están perfectamente alineadas con el punto o no.


EL DISPARO:

Debemos de tener en cuenta que en las modalidades de precisión hay tres operaciones básicas que hay que realizar. La parada inmóvil del arma, la puntería y la salida del disparo. Si tuviéramos que realizar estas tres operaciones por separado, el éxito en el tiro no sería ningún secreto, ya que nuestra mente consciente se encargaría de realizarlas a las mil maravillas. Sin embargo, el problema viene en el hecho de que estas tres operaciones han de ser ejecutadas simultáneamente, y nuestra mente consciente no es capaz de realizar más de una operación al mismo tiempo, con lo que estas operaciones deben ser realizadas por el subconsciente. El tirador que llegue a este estado conseguirá buenos resultados en cualquier tipo de condiciones, se trataría de que nuestro cerebro mandase una orden al dedo de ejecutar el disparo en el momento en que las miras estuvieran totalmente alineadas y nuestro brazo tuviera un mínimo de oscilaciones, y esta orden se realizaría de manera inconsciente.

Es decir, se trataría del célebre reflejo ojo-dedo del que todos hemos oído hablar alguna vez, y que por otra parte no requiere nada especial para desarrollarse.

Para llegar a obtener este reflejo el único secreto es el entrenamiento duro y metódico. Conviene al principio entrenar los tres elementos por separado, (los ejercicios descritos en el apartado de ejercicios de tiro tienen como objeto una separación de estas operaciones para luego unirlas en el subconsciente).

Al principio, por tanto, empezaremos a entrenar con ejercicios dedicados a reducir las oscilaciones del brazo, y a conseguir algo parecido a la inmovilidad perfecta, después, una vez conseguido reducir las oscilaciones del brazo empezaremos a trabajar sobre la salida del disparo. Al principio no nos ocuparemos demasiado de la posición del arma, sino que nos concentraremos en ejercer la presión correcta sobre el disparador para grabarla en nuestra mente.

Una vez dominado este ejercicio, el tirador empezará a disparar en polígono, pero sin ocuparse de contar los puntos que está consiguiendo, sino de realizar todo el proceso lo más perfecto que pueda.

Un elemento que debemos tener en cuenta aquí es que en el momento que tengamos una parada perfecta el disparo no se producirá, y de ahí el agarrotamiento del dedo índice precisamente cuando mejor estamos parando. Esto es debido a que la orden de accionar el disparador llega al dedo por medio de un impulso nervioso, y si tenemos una parada perfecta, estamos inhibiendo los centros nerviosos receptores del dedo, y para disparar debemos activarlos con lo que si queremos imponerlo mandaremos un influjo perjudicial para el resto del brazo provocando movimientos que a veces no sabemos de dónde proceden.

Todo el problema consiste en que con la parada conseguimos un equilibrio pasivo, y en el momento del disparo necesitamos un equilibrio activo, con lo que el cuerpo no puede romper esa situación sin movimientos bruscos, de ahí los métodos de disparo denominados "de alto rendimiento" en el apartado de pistola libre.

Una vez que el proyectil ha abandonado el cañón, el proceso de disparo aún no ha acabado, sino que se debe mantener el arma en posición durante unos dos segundos. Esto cumple la función de evitar tiros bajos por culpa de un relajamiento prematuro de los músculos del brazo, y además nos ayudará a identificar el punto de impacto del proyectil y los errores que hayamos podido cometer una vez que tengamos dominada esta operación.


LA COMPETICIÓN:

La competición es la parte culminante del entrenamiento del tirador. Aquí es donde de verdad veremos si el sistema de entrenamiento que estábamos utilizando era o no el adecuado, y si de verdad nos hemos preparado bien para la misma. Es muy frecuente encontrar gran cantidad de tiradores que al finalizar una competición ponen gran número de excusas por su resultado. Los resultados no mienten, a un mal resultado hay que buscarle razones, no excusas, además no hay que disculparse ante nadie por haber conseguido un resultado inferior al que podíamos haber conseguido. En vez de buscar disculpas debemos analizar con calma lo que ha pasado e intentar evitarlo para la próxima vez, pero con calma, si eliminamos ese sentimiento de culpabilidad de nuestras cabezas, nos evitaremos muchos disgustos en nuestra andadura deportiva. Ante todo no hay que descorazonarse, todo tirador ha pensado mil veces en que lo debería de dejar, pero son precisamente los que siguen en contra de cualquier problema los que llegan a la cima.

El calendario de competiciones debe estar bien preparado, planificando bien las competiciones mas importantes para hacer una preparación especial de cara a ellas, ya que no es posible el estar perfectamente entrenado durante todo el año, y teniendo cuidado de añadir un pequeño descanso después de la competición para no "quemarse".

Una vez en la competición, la primera serie no debe ser excesivamente larga, ya que se trata simplemente de corregir el arma, no de calentar, no hay que olvidar que el calentamiento ya debe haberse realizado antes de empezar la prueba. No conviene mirar los primeros disparos de la diana de prueba, si los vamos mirando uno a uno, es posible que si cometemos un tiro alto al siguiente inconscientemente apuntemos un poco más abajo para compensar, debemos por el contrario disparar cuatro o cinco disparos sin mirar el punto de impacto, y luego mirar la diana para ver la agrupación. Muchos tiradores consideran que es conveniente no dejar ningún tipo de descanso entre la prueba y la primera serie.

Debemos tener en cuenta que el primer disparo de la primera serie tiene una importancia psicológica especial, hay que procurar hacerlo con gran interés. En general toda la primera serie tiene gran importancia, es junto a la última, la que más tensión acumula, y el resultado final dependerá en cierta medida de ella. Se suele decir que si la primera serie es buena la tirada podrá ser buena, pero que si la primera serie es mala, el resultado será como mucho mediocre. Esto se hace realidad en un número muy elevado de casos: Si la primera serie es buena ya vamos con puntos ganados sobre nuestra media, con lo que se tira mucho más relajado y la tirada tendrá muchas más posibilidades de ser buena. En cambio, si la primera serie es mala, al ir con puntos perdidos se acumula tensión, y sin quererlo tendemos a hundirnos, lo que repercutirá en el resultado final.

El ritmo de tiro debe variar según las condiciones, en teoría debería ser parecido al que realizamos en los entrenamientos, pero en la práctica la tensión nos hace tirar más despacio en las competiciones, con lo que debemos tener cuidado con el tiempo para no andar apurados al final de la tirada. Como regla general, parece que cuando estamos tirando bien tiramos rápido y el disparo sale fácil, y por el contrario cuando tenemos dificultades tendemos a tirar mucho más despacio. No se puede dar un ritmo de disparo ideal para todo el mundo, ya que cada tirador es diferente, y será por tanto él mismo el que tenga que buscar su ritmo particular.

Existen algunos tiradores, incluso está escrito en algunos libros, que recomiendan no mirar por el catalejo durante la tirada, o mirar lo menos posible. Esto en nuestra opinión es erróneo, se debe mirar cada disparo, o casi todos, y apuntar el punto de impacto de cada uno de ellos, para poder ver la agrupación y estudiarla más tarde, y así poder detectar posibles errores sistemáticos que podamos estar cometiendo. Como mucho se puede dejar de mirar el quinto disparo de cada serie por ejemplo, aunque creemos que se debería apuntar todos y cada uno de los disparos, ya que los árbitros también son humanos, y aunque es raro pues suelen cumplir bien su labor, también pueden equivocarse, y un punto puede costarnos un campeonato. Si no tenemos a alguien detrás de nosotros apuntando la tirada, podemos utilizar varios métodos para evitar llevar puntuaciones en la cabeza que podrían distraernos.

Un método de entre los muchos posibles que pueden utilizarse consistiría en marcar sobre una diana de neumática la posición exacta de cada disparo con un alfiler, con lo que al final de la tirada, si miramos al trasluz veremos la agrupación de toda la tirada.

Algunos tiradores utilizan un método parecido que consiste en clavar un alfiler de cabeza gorda en el punto exacto de cada disparo. Además, cada alfiler tendría un color distinto según la serie a la que corresponda. Así por ejemplo la serie primera podría tener cabeza amarilla, la segunda verde etc. Este método tiene sin embargo el inconveniente de que es mucho más aparatoso que es anterior y que no se puede archivar y almacenar con anteriores tiradas como en el caso anterior en el que tan sólo se guarda una pequeña diana de neumática, en la que tendremos la información no sólo de los puntos que hemos obtenido, sino también la agrupación de la tirada, número de disparos en cada anillo etc.

Se puede tener también a mano una cajita con dos compartimentos, en uno de ellos meteremos un balín o una piedrecita por cada diez que metamos, y en el otro haremos lo mismo por cada ocho que hagamos,(si es un siete se meterán dos balines y así sucesivamente), con lo que al final de la tirada podremos saber los puntos realizados por diferencia entre los dos compartimentos.

En general, cualquier tirador poniéndole un poco de imaginación puede idear el procedimiento que mejor le convenga, ya que las posibilidades son poco menos que ilimitadas.

No debemos olvidarnos del otro enemigo público número uno del tirador durante la competición: La última serie. Esta serie tiene una importancia vital, y sobre todo el último disparo. Casi todos hemos experimentado alguna vez la tensión que representa el estar tirando para un primer puesto, a cualquier nivel, o para batir un récord y no poder sacar el último disparo. Cuando esto ocurre, debemos intentar olvidarnos de que es el último disparo y del primer puesto que vamos a conseguir, e intentar actuar como si fuera un disparo más. Sobre todo no precipitarse, hay que intentar esperar por ese disparo sin perder la paciencia hasta que las condiciones de tiro sean las óptimas, y entonces disparar.

Fuente:Club de Tiro Olimpico Arteixo

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