20 de enero de 2019

Rifle Karl Hauptmann de acción Mauser


La estandarización normalizada que pone a nuestro alcance rifles de ergonomía y prestaciones descollantes,nos ha hecho olvidar un poco a los magníficos ejemplares "sport" que se obtenían artesanalmente a partir de armas militares,práctica que posteriormente devendría en versiones de caza propiamente dichas diseñadas y producidas desde el inicio,tal como las conocemos actualmente.Este fenómeno comercial se pone de moda,por decirlo de algún modo,después de la II Guerra Mundial,cunado ingentes lotes de armamento quedan aparcados en los arsenales militares esperando un destino incierto.De no encontrarle un sitio en el mercado deportivo,pocas esperanzas de supervivencia podrían abrigar.Lo más probable es que callesen bajo el "martillo pilón",perdiendo todo su valor como artilugio mecánico.Ello determinó que muchas compañías dedicadas a la comercialización y reciclaje las adquirieran a bajo precio,creando dos corrientes de oferta al usuario.Una,en la versión militar original destinada principalmente a tentar a los coleccionistas;y otra,en variantes customizadas para atraer a cazadores y tiradores deportivos .De la tímida oferta de "a ver que pasa" el tema fue adquiriendo un auge inusitado,tanto que ni siquiera sus propios mentores lo esperaban,llegando a suponer una importante parcela para muchas empresas.
Como sucede con todas las cosas,la demanda suscitada trajo consigo una inevitable especialización;de los elementales retoques para deportivizar el arma,que se limitaban a retocar o cambiar en algunos casos las cajas de madera y aligerarlo de arneses militares,abrazaderas,engarces de bayoneta,etc.,pronto se fue pasando a un terreno más específico.Entre los caprichos del usuario y las aportaciones mecánicas de los maestros armeros para  llamar la atención de sus potenciales clientes,se fue creando una simbiosis que decantó en todo un rosario de prestaciones amalgamadas con un toque artístico que,como todos sabemos,pone el dedo en la llaga en lo que se refiere a la posesión de un rifle exclusivo y personal.
"Edificar" un buen rifle "custom" como la hace Karl Hauptmann,es una ardua tarea que se lleva a cabo paso a paso con paciencia de chino antiguo.Los resultados realmente lucen al final,cuando se monta el rifle y se comprueba sobre el papel de la diana si el comportamiento responde a las expectativas buscadas.Si todas las piezas fabricadas por Karl Hauptmann son verdaderas obras de arte,las basadas en la acción de cerrojo Mauser,además,son también un pedazo de historia.Mención especial merecen las basadas en el fusil Mauser Mod Argentino 1909,producido en dicho año por  por la Deutsche Waffen und Munitionfabrik en su plana de Berlin-Charlottenburg,originalmente en calibre 7,65 mm.
Dentro de la órbita delMauser Mod.98,o sea la versión perfeccionada que a los dos tetones frontales del cierre se le añadió otro posterior de seguridad y el montaje de la aguja al girar la palanca,la acción del Contrato Argentino,conocida por Mod. 1909 por los detalles específicos y el año de adopción por las FF.AA,es reconocida como la mejor que salió de las plantas de la DWM,solo comparable con el Mauser brasileño,originalmente recamarado para el calibre 7x57 mm Mauser.

Si hay ciudades que destacan en la industria de las armas,Suhl ,Brescia ,Oberndorf,Brno,etc.,Ferlach es para Austria la Meca del arte armero.
Las crónicas de su buen hacer se remontan a 1558.Alli precisamente tiene su sede la  Karl Hauptmann, con un impresionante catálogo de rifles expréss,monotiros ,billings,drillings,donde el único límite es el bolsillo del cliente.En el Karl Hauptmann Mauser lo primero que se percibe es el lujo junto con una extraordinaria y perfecta suavidad mecánica.Las guias sobre las que asienta el cuerpo del cerrojo durante el vaivén de extracción y recarga,han sido objeto de un pulido y ajuste semejante al que se aplica a las válvulas de los motores de explosión.El resultado es que no hay forma de griparlo en ningún punto de su trayecto por más rápido que se accione y por más que se intente "cruzar" el cerrojo deliberadamente.
La factoría Hauptmann desecha el cañón original,sustituyéndolo por el suyo propio,un 7x64 mm,calibre de reconocido rendimiento en el monte para piezas de envergadura media,venados,jabalíes.
El cerrojo,amén de un intenso proceso de ajuste,pulido y esmerilado exterior del cuerpo,se le ha reemplazado la nuez original por otra que incorpora el seguro sobre el flanco derecho.la palanca,montada sobre un pivote vertical,opera bloqueando la aguja en un corto y silencioso recorrido de atrás hacia adelante.Una flecha impresa notoriamente indica la dirección en que se cumple el bloqueo (atrás) o se libera (adelante).
En los aparatos de puntería la factoría austriaca vuelve a la carga con un alza de librillo de dos hojas (una fija) con "V" muy abierta y picados antirreflejos.El punto de mira está conformado por un torpedo de punto dorado rematando una rampa envolvente que recuerda el estilo adoptado por Ruger para sus rifles de grado Safari.
El enfoque es magnífico,pero mejor es el que proviene del visor Swarosky de aumento variable que lleva instalado.La montura sigue la moderna línea "Suhler" que en lugar de las patillas frontales que se introducen de atrás a adelante,lleva un encastre de un cuarto de giro,rematado con el pestillo trasero.
El nogal utilizado para la caja es de primera calidad,resaltando la belleza de sus vetas.La culata tiene carrillera y excelentes picados,con puntal y base del pistolete en ébano.La tapa del almacén tampoco ha escapado de la de la artesanía Hauptmann;un pestillo giratorio permite abrirla rápidamente.Por supuesto,tapa y pestillo han servido para que el gravador se luzca en ellos.
El disparador puede montarse "al pelo",desplazando el gatillo hacia adelante y éste,chapado en oro,lleva unas rayas en el dorso para facilitar la operación.Su precio,12.000 euros aproximadamente,está más que justificado

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