11 de febrero de 2012

La postura en el momento del disparo


De todos es sabido que de la postura que adoptemos en el momento del disparo dependerá en gran medida el éxito del mismo.Esto no supone que todos debamos adoptar una postura uniforme y predeterminada ya que cada tirador deberá en principio elegir aquella posción en la que este más cómodo y en la que su cuerpo encuentre el mejor equilibrio posible.
A menudo podemos constatar en las canchas de tiro como tiradores con una calidad más que contrastada adoptan posiciones totalmente diferentes,desde la posición frontal al blanco o la de perfil hasta la diagonal en sus diferentes ángulos.
Sea una u otra la posición que adoptemos,siempre deberemos tener en cuenta ciertas reglas que sin duda alguna mejorarán nuestra precisión en el momento de "sacar el tiro".
En primer lugar y desde mi punto de vista, no hay que forzar una determinada postura (perpendicular, paralela o en ángulo). La postura (apertura de piernas y ángulo del cuerpo respecto del blanco) que debemos adoptar debe ser la mas cómoda que nos permita apuntar con la cabeza recta y perpendicular, y con el centro de gravedad lo mas centrado posible.
Como regla inicial y suponiendo que empuñemos bien el arma,es decir, que conforme una línea recta desde la punta del cañón hasta el hombro, lo mejor sería comenzar colocando los pies en una apertura aproximada al ancho de los hombros,con el torso a unos 45º de la línea imaginaria que va desde el blanco hasta el tirador, definida por la posición del pie derecho,en caso de tiradores diestros,o el izquierdo en caso de los zurdos.



Una vez en esta posición inicial, y con los ojos cerrados elevamos el arma hasta más o menos la altura de los ojos,seguidamente los abrimos. Rápidamente, antes que corrijamos en forma instintiva la posición, tomamos nota si el guión apareció bien en el centro de la ranura del alza, lo cual nos indicaría un buen empuñe. No importa que aparezca bajo o alto, esa es otra corrección.
Si aparece hacia alguno de los dos lados de la muesca, hay que corregir la empuñadura o la forma de agarrar el arma.
Una vez que repetimos el ejercicio varias veces y comprobamos que el guión queda centrado, tomamos lo que se denomina "puntería fina" sobre la diana. Volvemos a cerrar los ojos y tratamos de mantener el arma en la posición en que la teníamos bien apuntada. Después de unos 5 u 8 segundos abrimos los ojos y nuevamente chequeamos rapidamenta a dónde apunta. Si apunta a la derecha, moveremos el pie izquierdo en sentido contrario (hacia la izquierda) y probamos nuevamente hasta que después de cerrar y abrir los ojos veamos que se mantiene el arma donde la dejamos, esto es, orientada casi sobre el centro.
Si seguimos y aplicamos corréctamente estas técnicas podremos encontrar el punto o la postura donde al cuerpo le resulta más cómodo mantener el arma en posición de tiro.Apuntando en esta posición evitaremos luchar permanentemente con el equilibrio oseo corporal, lucha que inexorablemente tenemos perdida de antemano.
Por supuesto seguiremos viendo tiradores colocados prácticamente de frente al blanco y otros directamente de perfil (la vieja postura "de duelo") pero un 80% de los tiradores, y el 90 % de los considerados "de élite" usan posturas intermedias como las descritas anteriormente.
En un principio y solo como referencia, podremos delinear con tiza el borde del calzado en esta posición (recuerde que esta práctica no esta permitida en competición), pero con el tiempo y a medida que transcurre la prueba o el entrenamiento,ira haciendo presencia el cansancio con lo que el cuerpo pedira progresivamente otra posición ,por lo que lo mejor es chequear la postura periódicamente.Con el tiempo y tras un corto periodo de entrenamiento, terminaremos haciéndolo de forma automática y refleja.
Por último tengan en cuenta que la postura de la cabeza es extremadamente importante, pues en ella reside nuestro sistema de estabilidad. Este funciona de manera autónoma basándose en el mantenimiento perpendicular de la cabeza, por lo que si forzamos su postura (doblándola al apuntar), desestabilizaremos el sistema y empezaremos con ese balanceo tan molesto que a todos más de una vez nos ha ocurrido.
Para evitar este defecto debemos levantar el brazo hasta la altura natural en la que podamos ver los elementos de puntería, sin tener que ladear la cabeza.
Tenga en cuenta que el truco no es hacer un buen tiro (todos tenemos derecho a hacer alguno) sino en repetir los buenos tiros metódicamente,sin que nada tengan que ver con la suerte.
Más información en: http://historiadelasarmasdefuego.blogspot.com/2008/12/consejos-la-hora-de-efectuar-el-disparo.html









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