Fuertes,fiables,de manejo sencillo,pero no tan cómodas a la hora de "sentirlas" en el hombro,las escopetas de corredera siguen siendo líderes en el área de seguridad.
Una buena escopeta de corredera fue y sigue siendo la clásica herramienta de combate a corta distancia.Al devastador efecto de su disparo,típico de cualquier arma de ánima lisa,independientemente del número de cañones que posea,añaden la posibilidad de repetirlo varias veces con un simple movimiento manual de acción rectilínea.
Hasta la aparición de la Neostead,que hoy parece haber encarrilado definitivamente su producción en manos de la industria sudafricana,la capacidad tubular se extendía hasta los ocho cartuchos.Pero el nuevo invento,fruto de los desvelos de Tony Neophytou y Heyns W. Stead,ya dejó anticuadas a sus antecesoras de acción manual,alojando en un doble depósito del mismo tipo nada menos que trece cartuchos.
Para los que no están al tanto de la revolución mecánica planteada por Neostead,cabe decir que exhibe una silueta compacta,de lineas aerodinámicas y que el ciclo de "bombeo" es al revés,es decir,hacia adelante para expulsar y hacia atrás para alimentar.
Lo
cierto es que ni lo uno ni lo otro,y es demostrable que entre los
cazadores norteamericanos estas escopetas cuentan con una reputada
tradición, ocupando una buena parcela de mercado, superando largamente a
las de dos cañones.Allí,en el vasto territorio de los EE.UU. tienen
tanta aplicación en la actividad venatoria como en la de seguridad.
Creo
que en el fondo es una cuestión de estilos y modalidades,la misma que
marca la diferencia visceral en la forma de vida entre yankees y
europeos.Sin embargo,esta disgregación no es válida para las
semiautomáticas,que entre nosotros alcanzan el más alto porcentaje
de popularidad.
El formato exterior entre ambos tipos de armas es
más o menos el mismo,se cargan de idéntico modo y la gran mayoría están
provistas de polichoke,con lo que los platillos de la balanza quedarían a
la misma altura.Pero si son tres cuartos de lo mismo ¿Donde está la
clave que otorga esa gran ventaja a las semiautomáticas?.La respuesta es obvia:en la comodidad al
disparar.
Siempre que se aborda el tema de las escopetas de repetición surge la
duda:¿Por que en Europa,y por consiguiente en España,no acaban de
implantarse en el área cinegética?¿Es que sus prestaciones,si son tan
buenas,no tienen cabida entre los cazadores europeos?¿O es que solo
pueden dar buen resultado en la actividad militar y policial?
CBC |
Benelli Nova |
Remington 870 |
Mientras en una prolongada sesión de tiro en las de corredera
se exige las misma cantidad de movimientos manuales,pero multiplicadas
por dos si se cuentan las secuencias de
cada disparo (expulsión y recarga),en las automáticas todo se reduce a
usar el índice para apretar el disparador .El resto la hace la escopeta
por si misma;algo parecido a lo que puede suponer conducir un automóvil
con caja de cambios automática.La comodidad es un patrimonio adquirido
que acaba convirtiéndose en constumbre.
Si a lo antedicho le sumamos
la rapidez para disparar (no faltará quien mienta diciendo es capaz de
hacerlo a la misma velocidad,o incluso superarla) y la suavidad del
retroceso,queda muy claro que los europeos de tontos no tenemos
nada:en
todo caso somos unos comodones poco proclives al estoicismo. Aquí,dejamos
la "artesanía" para los agentes de seguridad que acaban pagando el pato
de la fiabilidad poniendo el hombro como si fuera la otra mejilla.
No obstante,todas estas disquisiciones no invalidan la fiabilidad de las
de corredera,que siguen siendo tan seguras como parecen y tan sencillas
que, entrenamiento previo,pueden ser disparadas por cualquier ama de casa,transformándose incluso
en un aval de la defensa del hogar,tal como sucede en los EE.UU donde
prestigiosas firmas producen modelos como el Mossberg HS 410 (Home
Security Shotgn),con freno de boca,para las manos de las "ladies" en
calibres de poco retroceso pero de notable efecto como el .410 Magnum.
(Las imágenes de la izquierda corresponden a una Valtro R05,al legendario Winchester Mod 1897,a una Ithaca Dsps y una Ithaca 37 respectivamente)
Resumiendo:Al margen de gustos personales,y en lo que respecta a su aplicación deportivo-cinegética,las escopetas de corredera fueron siempre y siguen siendo tan fiables como parecen,al mismo tiempo que excelentes compañeras,como armas de defensa,para tenerlas a mano en un momento crítico ........allá donde se lo permitan.