2 de junio de 2012

Snipers,tiradores de élite



Los snipers, vulgarmente conocidos como francotiradores, constituyen el combatiente más eficaz de todos los tiempos y han tenido, y tienen, un marcado papel en cualquier conflicto. Estos soldados destacan no sólo por su capacidad para abatir blancos a grandes distancias sino por sus habilidades para actuar en cualquier terreno y circunstancia sin ser detectados y de forma autónoma. Asimismo, constituyen la amenaza más temida por el soldado y sus efectos psicológicos sobre el enemigo reducen significativamente su eficacia. La relación coste-beneficio de los snipers es tan elevada que habitualmente  uno sólo de estos combatientes contabiliza un mayor número de muertes en combate que todo un batallón de Infantería desplegado en el mismo tiempo y lugar.
Vamos a hacernos eco de una  interesante información que la prestigiosa revista estadounidense “Guns & Ammo” publicaba en su edición del pasado mes de octubre. Entre sus páginas, encontrábamos un completo artículo donde se recopilaban los 8 disparos, a más larga distancia y con baja confirmada, realizados por un sniper.
Como nota curiosa, sólo uno de estos 7 disparos se había producido en el siglo XX y fuera de Irak o Afganistán, los dos últimos grandes escenarios donde se han llevado a cabo contiendas bélicas de carácter internacional.
Debido a que la mayoría de guerras acaecidas  en las últimas tres décadas se están produciendo en entornos urbanos, la presencia de snipers o francotiradores debidamente entrenados en este arte del tiro a larga distancia se está volviendo un elemento fundamental para todos los Ejércitos. Estos profesionales se preparan para eliminar a un objetivo muy concreto, en una zona muy delimitada, y en la que constantemente entran y salen tanto objetivos civiles no hostiles como enemigos que disparan contra los soldados de su compañía o Ejército. Por este motivo, tanto las Fuerzas Armadas de Estados Unidos como de sus países aliados en la OTAN están destinando cada día una mayor financiación a los programas de entrenamiento de estos futuros tiradores selectos.
Aún así, disparar con esta precisión y provocar una baja en el bando enemigo con un solo disparo (one shot, one kill) a tan larga distancia, es una misión prácticamente imposible. Por este motivo, en la consecución de estos disparos de auténtico récord influyen numerosos factores. Así, además de la necesaria formación y el adecuado entrenamiento, también es un requisito indispensable contar con un óptimo trabajo en equipo (principalmente entre el sniper y su observador), un talento natural para el tiro a muy larga distancia, y por supuesto, una importante dosis de suerte. Y es que las variables que entran en juego cuando se dispara a distancias superiores a 1.200 metros son enormes. Por este motivo, se necesita algo más que un acceso a la última tecnología (que la hay, tanto en el rifle como en la munición y la óptica) y una gran sabiduría para enfrentarse con éxito a la fuerza y las cambiantes rachas del viento; a las variaciones de altura durante la trayectoria del disparo; e incluso a los desplazamientos provocados por la propia rotación del planeta. Sólo si se consiguen superar todas estas barreras, es posible que el objetivo quede al alcance del tirador. Veamos a continuación quiénes, cómo y en qué momento lograron abatir a sus objetivos a una distancia de más de 1.200 metros.

Sargento Jim Gilliland
Remington M24 SWS

Si accedemos a la clasificación por abajo, el 8º disparo con baja confirmada más largo en la historia de los tiradores selectos pertenece al sargento Jim Gilliland del Ejército de Estados Unidos. Gilliland consiguió en el año 2005 y en plena guerra de Irak abatir a un objetivo a una distancia de 1.249 metros (1.367 yardas) con un rifle Remington M24 SWS en calibre .308 Win.
Lo más destacado de este récord es que tal vez este disparo no sea el de mayor distancia de la historia, pero sí es el más largo efectuado con un cartucho estándar como el 7.62x51mm OTAN. 
El 7º disparo más largo fue ejecutado por un soldado del Ejército Noruego en Afganistán en 2007. El arma utilizada en este caso fue un rifle Barret M82A1 con un cartucho Raufoss NM140 MP del calibre 12.70mm o .50BMG. La distancia registrada se quedó en 1.379 metros (1.509 yardas). 
Afganistán fue de nuevo el escenario de otro disparo de récord. En esta ocasión, el protagonista fue el cabo Christopher Reynolds del Ejército británico, quien ocupa el 6º puesto de este particular ranking. Reynolds obtuvo este récord disparando en el año 2009 con un fusil Accuracy International L115A3 del calibre .338 Lapua Magnum a una distancia de 1.852 metros (2.026 yardas).

Carlos Hathcock
Browning M2 del calibre .50 BMG.
Como decíamos, sólo uno de los 8 disparos con baja confirmada más lejanos de la historia se ha producido fuera de Irak o Afganistán. Su protagonista es el estadounidense Carlos Hathcock, uno de los snipers más famosos de la historia.“White Feather” (pluma blanca), sobre nombre con el que popularmente se conocía al sargento Hathcock, ocupa el 5º puesto en esta clasificación gracias a un disparo realizado a 2.286 metros (2.500 yardas) en la jungla Vietnamita en 1967. Hathcock logró este récord, el cual por cierto se mantuvo vigente durante 35 años, con una ametralladora Browning M2 del calibre .50 BMG,acondicionada por él para disparar tiro a tiro.Con un total  de 93 bajas confirmadas,el  Ejército de Vietnam del Norte ofreció una recompensa de 30.000 dólares por su cabeza,la más alta ofrecida por un francotirador.Se cuenta,y no lo pongo en duda, que el disparo efectuado por  Carlos Hathcock acertó plenamente en la óptica de la mira del fusil vietnamita (detalle plasmado,si no recuerdo mal,en la película "El enemigo a las puertas") lo que significa que éste también le tenía centrado en la suya.La única diferencia fué que Hathcock disparó primero,lo que con toda seguridad salvo su vida.
La 4ª plaza de este ranking pertenece al sargento del Ejército de Estados Unidos Brian Kremer, quien en 2004 consiguió abatir a un objetivo ubicado a 2.299 metros de distancia (2.515 yardas). Kremer realizó este disparo en plena guerra de Irak con el fusil Barret M82A1 y el cartucho Raufoss NM140 MP del calibre 12.70mm. 
Los tres primeros puestos de la clasificación están ocupados por dos soldados canadienses y uno británico, y tienen como denominador común que todos estos disparos se produjeron en las áridas tierras de Afganistán. 
El tercer disparo con baja confirmada más largo de la historia fue obra del cabo primero del Ejército de Canadá Aaron Perry. Fue en el año 2002 cuando, armado con un rifle McMillan Tac-50 y un cartucho Hornady A-MAX del calibre .50 BMG, Perry causó esta baja a una distancia de 2.309 metros (2.526 yardas). Como nota curiosa, Perry posee el dudoso honor de ostentar el récord menos longevo de la historia, ya que su compañero de filas, el cabo Rob Furlong, le superó rápidamente con un disparo efectuado a 2.429 metros (2.657 yardas). Furlong, cuyos disparos tardaron 4 segundos en alcanzar a su objetivo, utilizó el mismo rifle y el mismo cartucho que Perry, por lo que su distancia obtenida ocupa el 2º puesto del ranking.

Cabo Rob Furlong
McMillan Tac-50 


Por último, el primer puesto de la clasificación está en manos del cabo Craig Harrison, perteneciente al Ejército de  Reino Unido, en 2009 Harrison consiguió abatir a su enemigo a una distancia de 2.475 metros (2.707 yardas) con un rifle Accuracy International L115A3 del calibre.338 Lapua Magnum.

Cabo Craig Harrison
 
Accuracy International L115A3

Un poco de historia:
Aquel día, el Cabo Primero Harrison formaba parte de una patrulla de cuatro vehículos blindados Jackal que escoltaban a un grupo de soldados a pie del Ejército Nacional de Afganistán al Sur de la localidad afgana de Musa Qala, en la provincia de Helmand, cuando fueron emboscados por los talibán. La patrulla afgana estaba recibiendo el fuego de armas portátiles. El comandante de la patrulla británica, el Capitán Andrew Jelinek, se dirigió a vanguardia con su vehículo Jackal para apoyar a los afganos pero el vehículo se quedó atascado en un prado y empezó a recibir fuego enemigo, mientras el resto de vehículos permanecían al otro lado del collado. 
Harrison divisó desde su posición cómo dos insurgentes, uno con un turbante negro y otro con un turbante verde, corrían por el patio de una casa con una ametralladora PKM, la asentaban y empezaban a batir por el fuego el vehículo de su capitán. Las condiciones de tiro eran perfectas: no había viento, la temperatura era suave y la visibilidad muy buena. Harrison tomó su fusil L115A3, apoyó el bípode sobre un muro y apuntó al tirador de la ametralladora mientras el conductor de su vehículo, el soldado Cliff O’Farrel, hacía de observador para él, proporcionándole toda la información necesaria para corregir el tiro. 
Antes de abatir su blanco realizó un total de 9 disparos para averiguar el alcance correcto, tras lo cual disparó por primera vez al tirador de la ametralladora, alcanzándole en el estómago y cayendo al suelo donde finalmente moriría. Acto seguido, el otro talibán tomó el relevo de su compañero, siendo alcanzado en el costado por el segundo disparo de Harrison, quedando también fuera de combate. Además, en un tercer disparo, Harrison alcanzó la ametralladora con la intención de inutilizarla, sin haberse constatado en qué estado pudo quedar el arma.
La hazaña de Harrison fue tal que cuando se hizo pública la distancia y el arma utilizada algunos dudaban que fuera posible, tanto porque no creían que el proyectil del .338 LM pudiera llegar tan lejos como porque no creían que la óptica permitiera introducir las correcciones necesarias por ser demasiado grandes.
Las dudas eran infundadas, ya que la hazaña era real y estaba documentada. No obstante, un grupo de tres tiradores (Nick, John y Louis) de Desert Tactical Arms llevaron a cabo unas pruebas tratando de reproducir las condiciones de la gesta de Harrison para comprobar si un disparo tan largo era posible. Para ello, utilizaron fusiles Stealth Recon Scout (SRS) de la marca Desert Tactical Arms también en calibre .338 Lapua Magnum y constataron que tal disparo sí era posible.
Veremos ahora cuánto tiempo se mantiene vigente este récord que, de momento, parece bastante difícil que pueda superarse a corto plazo.

¿Sera éste el próximo "recordman"? Desde luego apunta maneras


Fuente:Guns & Ammo/Armas.es

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