Esta pistola la fabricó en Estados Unidos la casa Remington a partir del año 1865. Estaba dotada de un cierre de bloque basculante denominado Rolling Block, conociéndosele en España con el nombre de "sistema Remington".
Su inventor fue el norteamericano Leonard Geiger quien, en 1863, patentó un sistema de retrocarga consistente básicamente en un bloque que abría o cerraba el acceso a la recámara de un arma monotiro, pivotando sobre una aguja percutora principal, paralela al cañón. El martillo situado detrás del mencionado bloque es el que impide la apertura de éste al percutir el fulminante del cartucho. Al principio, Geiger aplicó a esta pistola el bloque para que disparara solo en fuego anular, modificándolo posteriormente para poder disparar cartuchos de fuego central. El sistema Rolling Block o "Remington" reúne las cualidades de sencillez,robustez, perfección y fiabilidad que requiere un arma para ser declarada reglamentaria.
La mayoría de los países, tanto europeos como americanos, no dudaron en hacerse con la patente de Mr. Geiger, para poder construirlas en su propio territorio y, así, dotar a sus ejércitos de este tipo de arma. Gozó en todo el mundo de gran popularidad, tanto en versión larga como en corta, por lo que su empleo fue diverso, destinándose tanto a uso civil como militar. España por Real Decreto de 24 de febrero de 1871 adoptó un fusil de 11 mm de sistema Remington para el uso del ejército, Guardia Civil y cuerpos de Carabineros; comenzando a construirse en la fábrica de Oviedo. Posteriormente se adoptaron también las versiones de mosquetón y tercerola que combatieron en las guerras de Africa, Filipinas y Cuba. Su producción cesó en 1893 al ser declarado reglamentario el fusil de cerrojo Mauser.
La producción de las pistolas y fusiles de sistema Remington para uso civil se iniciaría en España durante la década de 1870, manteniéndose hasta principios del siglo XX, en que fueron sustituidas por otras armas más modernas y con mucha más rapidez de disparo. De todos modos, hasta bien entrado nuestro siglo no era raro ver a los cazadores con sus viejas Remington al acecho de alguna presa. Al contrario que otras naciones, el ejército español sólo adoptó esta arma en su versión larga, desechando la corta, pues por entonces contaba con el revólver Lefaucheux Mod. 1863 de 6 balas de capacidad con mayor poder de fuego.
En el mercado civil, la pistola contó con más suerte, pues resultaba más económica que el revólver y mucho más cómoda de transportar. La producción de estas pistolas provenía en su gran mayoría de la zona vasca, siendo su manufactura de mediana calidad, por lo que raramente iban firmadas. Las de mejor producción fueron las fabricadas por la casa Miguel Bascarán de Eibar.
La mayoría de los países, tanto europeos como americanos, no dudaron en hacerse con la patente de Mr. Geiger, para poder construirlas en su propio territorio y, así, dotar a sus ejércitos de este tipo de arma. Gozó en todo el mundo de gran popularidad, tanto en versión larga como en corta, por lo que su empleo fue diverso, destinándose tanto a uso civil como militar. España por Real Decreto de 24 de febrero de 1871 adoptó un fusil de 11 mm de sistema Remington para el uso del ejército, Guardia Civil y cuerpos de Carabineros; comenzando a construirse en la fábrica de Oviedo. Posteriormente se adoptaron también las versiones de mosquetón y tercerola que combatieron en las guerras de Africa, Filipinas y Cuba. Su producción cesó en 1893 al ser declarado reglamentario el fusil de cerrojo Mauser.
La producción de las pistolas y fusiles de sistema Remington para uso civil se iniciaría en España durante la década de 1870, manteniéndose hasta principios del siglo XX, en que fueron sustituidas por otras armas más modernas y con mucha más rapidez de disparo. De todos modos, hasta bien entrado nuestro siglo no era raro ver a los cazadores con sus viejas Remington al acecho de alguna presa. Al contrario que otras naciones, el ejército español sólo adoptó esta arma en su versión larga, desechando la corta, pues por entonces contaba con el revólver Lefaucheux Mod. 1863 de 6 balas de capacidad con mayor poder de fuego.
En el mercado civil, la pistola contó con más suerte, pues resultaba más económica que el revólver y mucho más cómoda de transportar. La producción de estas pistolas provenía en su gran mayoría de la zona vasca, siendo su manufactura de mediana calidad, por lo que raramente iban firmadas. Las de mejor producción fueron las fabricadas por la casa Miguel Bascarán de Eibar.