El revólver Euskaro se puede considerar,y de hecho lo es,un clon de los Smith&Wesson.Sobre 1865, el ingeniero Bullard, de la firma Smith & Wesson, incorporó a los revólveres de esta casa el sistema de extracción basculante inventado por él mismo. De este modo, entre 1870 y 1886, la Smith & Wesson sacó al mercado una serie de revólveres de variados calibres dotados con sistema de extracción Bullard.
Rápidamente se hicieron infinidad de copias en toda Europa debido al éxito alcanzado en los Estados Unidos. Concretamente en España, entre los años 1890 y 1920, se construyó en casi todas las fábricas y talleres familiares, con muy pocas variaciones entre unos y otros.
Cuenta la leyenda que la industria armera vasca tuvo el primer contacto con estos revólveres de modo totalmente accidental, pues se dice que un indiano, al no localizar en Eibar munición para su Smith & Wesson que se había traído de ultramar, aceptó cambiarlo a un avispado armero por otro del sistema Lefaucheux.
De este modo, casi todos los apellidos de armeros vascos de la segunda mitad del siglo XIX están representados en estos revólveres y, por desgracia, la mayoría se fabricaban con materiales de ínfima calidad con el fin de abaratar precios, aunque como siempre existieron muy honrosas excepciones. Estas armas son popularmente conocidas por los coleccionistas como revólveres Euskaro o Eibarreses de cinco tiros.
Solían llevar inscritas en la solapa del cañón y en un inglés poco ortodoxo, la advertencia de que se usara únicamente munición Smith & Wesson. Debido a la ignorancia de la época hacia los idiomas, el comprador sólo reconocía entre el texto el nombre de la marca norteamericana, por lo que creía estar comprando un original.
Una de las excepciones a las que antes me refería está representada en la copia realizada por Orbea Hermanos, y que aparecía en su catálogo bajo el nombre de "sistema ONA", palabra que en vasco significa bueno. Prueba de ello es que fue declarado reglamentario para la oficialidad del ejército español por Real Orden del 6 de octubre de 1884.
Los de grueso calibre, tales como el de 44 pulgadas, fueron los preferidos por los oficiales y en ellos no hay tanta cantidad de variantes, pero en los fabricados en calibres 32 y 38 más propios para uso civil, la diversidad es enorme.
En un catálogo de la armería Eduardo Schilling de Barcelona correspondiente a principios del siglo XX, se ofrecían estos revólveres a un precio de 13 pesetas, mientras que los Smith & Wesson originales ascendían a 100 pesetas. Debido a esta considerable diferencia, es natural que el público en general se decantase por los plagios.
Durante la Primera Guerra Mundial, saborearon un buen momento al merecer el interés de algunos de los países beligerantes. El desinterés inglés por las pistolas semiautomáticas, y la escasez que sufría su ejército de armas cortas fue el principal motivo de que aceptara la adquisición de estos revólveres de fabricación española. Encargándoles su fabricación, en calibre 455 British que era el reglamentario, a las firmas Gárate, Anitua y Cia. y Trocaola, Aranzabal y Cia., ambas empresas vascas.Como quiera que este primer pedido fue insuficiente para cubrir las necesidades de su ejército, Inglaterra contrató a más armeros vascos para que la abastecieran de un número mayor de estas armas.
Para poder cumplir con dicho pedido, en Eibar se organizó una especie de empresa comunitaria mediante la formación de un sindicato donde se aglutinaban todos los fabricantes de este tipo de armas. Dicho sindicato estaba presidido por la firma Orbea Hermanos. Pero surgieron problemas a la recepción de las armas al ser rechazadas en su práctica totalidad por el "H.M. Inspector of Small Arms" alegando defectos de fabricación, por lo que volvieron a España con destino al mercado civil.
Cuenta la leyenda que la industria armera vasca tuvo el primer contacto con estos revólveres de modo totalmente accidental, pues se dice que un indiano, al no localizar en Eibar munición para su Smith & Wesson que se había traído de ultramar, aceptó cambiarlo a un avispado armero por otro del sistema Lefaucheux.
De este modo, casi todos los apellidos de armeros vascos de la segunda mitad del siglo XIX están representados en estos revólveres y, por desgracia, la mayoría se fabricaban con materiales de ínfima calidad con el fin de abaratar precios, aunque como siempre existieron muy honrosas excepciones. Estas armas son popularmente conocidas por los coleccionistas como revólveres Euskaro o Eibarreses de cinco tiros.
Solían llevar inscritas en la solapa del cañón y en un inglés poco ortodoxo, la advertencia de que se usara únicamente munición Smith & Wesson. Debido a la ignorancia de la época hacia los idiomas, el comprador sólo reconocía entre el texto el nombre de la marca norteamericana, por lo que creía estar comprando un original.
Una de las excepciones a las que antes me refería está representada en la copia realizada por Orbea Hermanos, y que aparecía en su catálogo bajo el nombre de "sistema ONA", palabra que en vasco significa bueno. Prueba de ello es que fue declarado reglamentario para la oficialidad del ejército español por Real Orden del 6 de octubre de 1884.
Los de grueso calibre, tales como el de 44 pulgadas, fueron los preferidos por los oficiales y en ellos no hay tanta cantidad de variantes, pero en los fabricados en calibres 32 y 38 más propios para uso civil, la diversidad es enorme.
En un catálogo de la armería Eduardo Schilling de Barcelona correspondiente a principios del siglo XX, se ofrecían estos revólveres a un precio de 13 pesetas, mientras que los Smith & Wesson originales ascendían a 100 pesetas. Debido a esta considerable diferencia, es natural que el público en general se decantase por los plagios.
Durante la Primera Guerra Mundial, saborearon un buen momento al merecer el interés de algunos de los países beligerantes. El desinterés inglés por las pistolas semiautomáticas, y la escasez que sufría su ejército de armas cortas fue el principal motivo de que aceptara la adquisición de estos revólveres de fabricación española. Encargándoles su fabricación, en calibre 455 British que era el reglamentario, a las firmas Gárate, Anitua y Cia. y Trocaola, Aranzabal y Cia., ambas empresas vascas.Como quiera que este primer pedido fue insuficiente para cubrir las necesidades de su ejército, Inglaterra contrató a más armeros vascos para que la abastecieran de un número mayor de estas armas.
Para poder cumplir con dicho pedido, en Eibar se organizó una especie de empresa comunitaria mediante la formación de un sindicato donde se aglutinaban todos los fabricantes de este tipo de armas. Dicho sindicato estaba presidido por la firma Orbea Hermanos. Pero surgieron problemas a la recepción de las armas al ser rechazadas en su práctica totalidad por el "H.M. Inspector of Small Arms" alegando defectos de fabricación, por lo que volvieron a España con destino al mercado civil.
Mejor suerte corrieron los fabricados por Orbea Hermanos que los reexportó a Italia recalibrados para el cartucho de 10,35 mm., que allí era el reglamentario entonces, a través de las firmas Solari de Roma y Tettoni de Brescia.
Caracteríasticas
Fabricante: Anónimos por lo general
Origen Eibar (España)-
Fecha fab.: 1880 - 1920-
Sistema :Doble acción -
Calibre :22, 32, 38 y 44 -
Capacidad :5 cartuchos -
Anima :Estriada
Fabricante: Anónimos por lo general
Origen Eibar (España)-
Fecha fab.: 1880 - 1920-
Sistema :Doble acción -
Calibre :22, 32, 38 y 44 -
Capacidad :5 cartuchos -
Anima :Estriada
Fuente:Colección Jesús Madriñán
http://www.jmfirearmscollection.com
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