Nos encontramos nada menos que con el cartucho de pistola más antiguo entre los que continúan en uso.Proyectado para la Mauser Modelo 1896,pronto ganó una fama de cartucho potente que le ha valido para seguir fabricándose durante más de cien años a pesar de que no sean muchos los tipos de armas recamaradas para el mismo.
En cuanto a su legendaria potencia,conviene hacer una serie de precisiones que le dejen en su justo puesto.
El 9 de Septiembre de 1893 Hugo Borchardt obtenía la patente alemana (DPR75837) para la pistola de su invención.No se trataba de la primera pistola automática,pero sí de la primera con una concepción razonable que le valió una aceptación universal y el consiguiente éxito comercial.En la pistola Borchardt C93 todo era novedoso,pues no existian precedentes que le sirvieran de inspiración, así,fue la primera que dispuso de un cargador separable del arma,como lo fue el albergar dicho cargador en la culata,al igual que su cierre,su entera configuración y ......su cartucho,aunque en este último caso no se tratara del todo de una novedad.
El cartucho de 7,65 mm Borchardt no recordaba en nada a los de revólver entonces en uso.Abotellado,sin pestaña,con ranura y de proyectil blindado,se inspiraba en los cartuchos de fusil de pólvora sin humo y pequeño calibre que estaban siendo adoptados por todos los ejércitos e imponiéndose en el ámbito deportivo.
La reducción de calibre,y consecuéntemente, del peso del proyectil,posibilitada por el empleo de las nuevas pólvoras sin humo que no acumulaban suciedad en el arma;el aumento de la velocidad para compensar la pérdida de energía consecuente con la menor masa del proyectil;el empleo de vainas abotelladas que,sin ser excesivamente largas,admitieran una mayor cantidad de pólvora,necesaria para el incremento de velocidad que imponía el blindaje del proyectil sin el cual no se comportaría corréctamente en el rayado,que también requería de un nuevo trazado,eran características de la munición de fusil más moderna de su tiempo que,Hugo Borchardt se limitó a adoptar, reduciendo el tamaño y la potencia de la misma para adecuarla al "arma de puño" en que iba a emplearla.Apoya esta idea la adopción en su cartucho de la ranura de extracción,habitual ya entonces en los fusiles y ametralladoras,en sustitución del reborde,que constituía un verdadero engorro para el automatismo.
El resultado fue un cartucho de vaina abotellada y ranura,que montaba un proyectil blindado de .307"de calibre (7,8 mm) y 85 grains de peso (5,51 gr),con una velocidad inicial de 1.280 pies (390,14 m) por segundo.
Con estos datos ya podemos obtener la energía del cartucho,aplicando la fórmula clásica de peso por velocidad al cuadrado partido por dos,que nos daría 42,07 kgm.Como quiera que la fuerza en kilográmetros,por si sola,no resulta completamente representativa de la potencia del impacto,se ha convenido en incorporar a la fórmula la variable de la superficie frontal,el área de la sección máxima, del proyectil que,obviamente,se halla relacionada con el poder de detención (stoping power) y cuyo resultante nos viene dado en unidades convencionales denominadas "stopwer" o,abreviadamente,"Stp", que supone un válido término de comparación.
Así,multiplicando la potencia en kilográmetros (42,07) por la superficie frontal del proyectil (0,4778 cm cuadrados),obtendremos 20,10 Stp que,para hacerse una idea,resulta bastante superior a los 15,2Stp (23,27 kgm) del .38 S&W o a los 17,29 Stp (26,77 kgm) del .38 Long Colt de pólvora negra,e incluso a la versión de este último cargado con pólvora sin humo,que daba 19,13 (29,62 Kgm).El resultado era bastante bueno para un arma corta,siempre que se la considere como un arma defensiva,pues su poder de detención quedaba muy por debajo,aproximadamente la mitad,de los grandes cartuchos militares .44 S&W Russian (40,96 Stp),11,75 Montenegrino (41,7Stp) ó .45 Long Colt (52,6 Stp).
El 7,63 Mauser
Al igual que la Borchardt fue la primera pistola automática práctica,su cartucho fue la primera munición viable para pistola automática.
No tiene,pues,nada de extraño que un par de años más tarde fuera el elegido por los hermanos Feederle para la pistola que estaban proyectando,la archifamosa Mauser C-96,cuyos primeros prototipos fueron recamarados para este cartucho.Sin embargo,los mencionados hermanos Feederle estaban concibiendo lo que,por su tamaño,peso y morfología era
una pistola militar,y pronto cayeron en la cuenta de que el cartucho
7,65 Borchardt se quedaba algo escasos de potencia para un tipo de arma que entonces empleaba fundamentalmente la caballería.
Como quiera que,al parecer,no deseaban utilizar un calibre mayor,por valorar sin duda la relativamente reducida flecha de su trayectoria y,en consecuencia el gran alcance práctico,la solución inmediata consistió en aumentar la potencia del cartucho sin alterar su configuración y tamaño,algo que autorizaba,sin dar lugar a una sobrepresión exagerada,la generosa capacidad de la vaina.
El proyectil vio crecer su calibre en una milésima de pulgada hasta alcanzar las .308" (7,82 mm),sin duda para obtener un mejor comportamiento en el rayado requerido por el incremento de velocidad,que aumenta hasta los 1.395 pies por segundo (425 m/s),por lo demás las medidas exteriores fueron prácticamente respetadas,haciendo que los dos cartuchos resultaran intercambiables aunque,claro está,los más potentes 7,63 Mauser no deberían de emplearse nunca en una pistola Borchardt,por más que a la inversa resultase perféctamente posible.Precisamente a causa del aumento de potencia,hubo que agregar un segundo tetón de accerrojamiento al único que presentaban los primeros ejemplares de c-96.
Aplicando la fórmula anteriormente citada y apurando los valores al máximo,podríamos llegar al límite de 25,75 Stp con un proyectil de 100 grs y una carga de 5,2 grs de pólvora Vectan A-1.
¿Es ésto suficiente para un arma táctica?Lo cierto es que queda escaso frente a los cartuchos de 9 mm.Así,el más universal de todos ellos,el 9 mm Parabellum cargado en España por Santa Bárbara,antes de su desaparición,daba 32,02 Stp (51,67 kgm) y nuestro tradicional 9 mm Largo,en mala hora desaparecido,alcanzaba los 34,90 Stp (54,62 Kgm).
La propia Mauser de Oberndorff se hacía eco de sus carencias al poner a punto para su pistola C-96 un cartucho de 9 mm por el sencillo procedimiento de montar un proyectil de tal calibre en la misma vaina de 7,63 que,así,perdía su gollete y se transformaba en un cartucho cilíndrico,9mm Mauser,de excelentes prestaciones,44 Stp (68,75 Kgm) pese a las cuales no obtuvo el menor éxito comercial.
Fuente:Munición.org/ revista ARMAS
Fuente:Munición.org/ revista ARMAS